El elemento del “secreto” y el “secretismo” han sido una de las mayores controversias que envuelven a la Masonería, y quizás con buena razón.  Este factor es poco comprendido aun por los Masones practicantes, por un lado, (así este aspecto del secretismo en su significado más profundo ha sido mal interpretado) y por otro lado, los propósitos espirituales más verdaderos de la Masonería no han sido todavía presentados con claridad a la mente del público que busca, lo cual, si fuera hecho, de algún modo podría aclarar un poco el elemento del “secretismo”, o al menos explicarlos, aun si no son aceptados por aquellos que no comprenden o no pueden comprenderlos.

En todas las escuelas de misterios, desde tiempos inmemoriales, siempre ha existido una práctica del secretismo que estaba estrictamente observada acerca del conocimiento ganado, revelado y realizado.  Eso no es debido a ninguna razón sectaria o exclusivista, sino más bien debido a que el acceso a tal conocimiento exige un tipo inusual de pureza espiritual y motivo altruista, de palabra y de hecho.  Tal conocimiento admite el lado escondido de la naturaleza y a las energías y fuerzas más sutiles que crean causas, así como a seres y existencias viviendo en todos los niveles de los planos subjetivos y espirituales que son las encarnaciones de tales energías y fuerzas (pero que están veladas a los ojos del mundo), porque todo lo que es y existe, es una entidad.  Esta enseñanza panteísta se encuentra en el centro de todas las verdaderas escuelas de los misterios.  Inevitablemente, si uno progresa en dominar al yo, entonces el verdadero lado de los misterios de la naturaleza y de la existencia, son revelados.  Pero tal conocimiento es merecido en virtud de una aplicación ardua a uno mismo de las exigencias del Auto-Conocimiento. Tales llamados misterios son así revelados a la consciencia como un desarrollo natural de la facultad interna de su propia naturaleza, y este despertar de la facultad interna es uno de los progresos naturales en el Sendero Espiritual.  Lo que antes era un misterio, ya no existe como tal para esa conciencia.

Esta clase de exigencia concierne al significado más verdadero de lo que es “esotérico”.  Esotérico es convencionalmente considerado como alguna clase de conocimiento arcano de lo que está “oculto”, pero el significado en el contexto de la nomenclatura de las escuelas de los misterios, concierne a lo que está “oculto” a los ojos y conciencias puramente mortales y convencionales, por un lado y por otro al conocimiento de esas fuerzas y energías ocultas que condicionan formas y cualidades, además de la capacidad de manejar tales energías y fuerzas que cuando son  puestas prematuramente en las manos de aquellos que esconden un motivo impuro, puede probar ser desastroso para el bienestar de la raza humana.

Gradualmente, a lo largo de eones, ciertos aspectos del conocimiento que antes eran esotéricos y parte de los secretos de las Escuelas de los Misterios han sido permitidos de filtrarse en la consciencia general de la humanidad y entonces se ha hecho de “conocimiento común” porque la humanidad misma ha realizado progreso espiritual y ha llegado a estar más mentalmente estabilizada e iluminada.  Las maravillas del mundo moderno que la ciencia nos ha dado, han contribuido a esta revelación, pero aunque en ciertas instancias la ciencia nos explica cómo funcionan las cosas, no nos enseña lo que significan.  Para el significado, se deberá penetrar en el mundo del significado y para eso se deberá estudiar la ciencia interna y espiritual y aplicarla a uno mismo para llegar a ser un conocedor.  Sin embargo existen ámbitos de conocimiento más vastos de las cuales la humanidad es totalmente ignorante, y este conocimiento es cuidadosamente resguardado en los niveles más altos del plano, el plano donde mora el Alma, y por lo tanto uno no puede ni si quiera lograr acceso a tal conocimiento a menos que uno pueda elevar su consciencia a tales altitudes – de ahí el valor del tipo correcto de meditación.

El verdadero iniciado en los Misterios tiene la obligación de aplicar el conocimiento y el poder logrados y adquiridos de esas fuerzas y energías ocultas al servicio de la raza y para el beneficio de la humanidad, y no para los propósitos egoístas.  Si una persona fuera a aplicar este conocimiento con propósitos egoístas, estaría pasando muy cerca y precipitadamente al sendero de la izquierda de la magia negra y haciendo mal. La Masonería enseña el sendero de la derecha y del servicio altruista a la humanidad.  Gradualmente, y a través de una disciplina y progreso genuinamente espirituales, el estudiante en las escuelas de misterios alcanza una medida de dominio de Sí Mismo y de las fuerzas que existen en la Naturaleza, y aprende cómo manejar esas fuerzas y energías para el beneficio de los otros, y así un poder espiritual en aumento es puesto en sus manos.

Así la Masonería, siendo el linaje de los “Antiguos Misterios” y de las Escuelas de los Misterios, ha preservado las palabras en sus rituales de dramatización de esos procesos internos, “al digno, y solo al digno” y continua en este tipo de preservación, y con razón.  La Masonería entonces ha preservado la forma del secreto acerca de tales fuerzas y energías ocultas hasta la época – que se acerca rápidamente – en que los Misterios más verdaderos serán restaurados y las Escuelas de los Misterios que una vez florecieron en culturas y civilizaciones pasadas, serán de nuevo aceptadas extensamente sin superstición y como una parte natural del programa del vivir humano.  En tales Escuelas, claro, se encontrará una revelación cuidadosa de tales “misterios” a los estudiantes  avanzados, y entonces habrá la necesitad de guardar los secretos reales del “indigno” y del “profano”.

Entretanto, la Masonería ha preservado el simbolismo de los secretos pertenecientes a los “Antiguos Misterios” y el cómo son revelados en las verdaderas Escuelas de Misterios.

Modos Masónicos De Reconocimiento

Existen un cuestionamiento y misterio ocultos detrás las formas simbólicas de la Masonería, cuya revelación es guardada por Gripas, indicada por Signos, y exteriorizada por Palabras.

Tal como son practicados en la Masonería moderna y convencional, estos signos y secretos simbólicos son quizás poco comprendidos.  Sin embargo, el simbolismo de esos signos, gripas y palabras han sido universalmente preservados como “modos apropiados de reconocimiento”, por los cuales “un Masón puede conocer a otro en la oscuridad como en la luz”.

Desafortunadamente no obstante, y como parece estar en practica en muchas Ordenes Masónicas, esos “modos de reconocimiento” Masónicos no son aun suficientemente aceptados como tales, y en cambio han sido remplazados con “tarjeta-de-deuda”, e insignias de “solo hombres”.  Tales “modos de reconocimiento” superficiales están casi universalmente basados sobre algunas fórmulas burocráticas que  desafortunadamente solamente presentan a la Masonería – y aquello que representa – como una institución cristalizada.  Esos son solamente una deformación de los “modos de reconocimiento” más verdaderos y esotéricos, que realmente son simbolizados en todos los Trabajos Masónicos, y tales “reconocimientos” superficiales (tarjeta-de-deuda e insignias de sólo hombres) son sostenidos como pruebas o no-pruebas de la legitimidad de una Orden Masónica hacia otra en su “reconocimiento” o “no-reconocimiento” y relaciones.  Ahora es el tiempo para que toda esa indulgencia superficial en el manas inferior cambie para que la  Belleza de la Masonería pueda surgir y ser revelada.

Ahora, es posible decir algunas palabras acerca de esos “secretos” de la Masonería, por que esos pertenecen a los significados de tales formas simbólicas. Por supuesto, cualquier cosa que se diga será en el contexto del punto de vista de la premisa fundamental que se tiene acerca de la Masonería y sus significados.  Como en AUM no tenemos ningún problema para relacionar a la Masonería con los Misterios Antiguos, y todo lo que implica, entonces no tenemos problema en hablar sobre ello desde ese ángulo sin tratar de ser cautelosos acerca de lo que es dicho, o tratando de proyectar todo en una alusión falsa o velada de un secreto.

Los llamados secretos simbolizan una belleza concerniente al desarrollo de la naturaleza espiritual (y finalmente divina) del Alma expresándose a través de la forma.  Aunque es posible decir que esta revelación está simbolizada a través un grupo de símbolos triples en cada grado, es fundamentalmente indicativa de un estado alcanzado del ser interior, lo cual es completamente interrelacionado y interdependiente.

Gripas

Esta revelación es guardada por gripas.  Estas “gripas”, tal como son simbolizadas en Masonería, son (de hecho) intercambios particulares de manos, pero parece que fueron desgraciada y erróneamente descritos como “apretones de manos” por Masones y no Masones por igual.  El simbolismo más profundo, sin embargo, concierne a la naturaleza de la “gripa” que el alma tiene sobre la personalidad.  Como cada estudiante de los misterios conoce, al menos teóricamente, con cada verdadera iniciación experimentada por el Alma, hay un consiguiente control mayor, o gripa, que el Alma tiene sobre su instrumento en los tres mundos: la personalidad.

Al profeta iluminado e iniciado de los Misterios, la naturaleza de la “gripa” (que el Alma tiene sobre la personalidad) es auto-evidente a la visión interna, y por lo tanto no necesita un intercambio o “gripa de manos” para comunicar tal información.

Pero, para simbolizar tal facultad que despierta comunica un modo de reconocimiento entre almas, (revelando el estado espiritual por medio del cual el reconocimiento, apoyo y amor fraternal son cambiados entre aquellos que se “encuentran en el nivel”) una ingeniosa serie de “gripa de manos” han sido establecidas para simbolizar la naturaleza de la gripa del alma.  Estas “gripas de manos” no son arbitrarias, sino que realmente comunican un intercambio esotérico y energético y una interacción, pero afortunadamente tal conocimiento esotérico queda completamente  desconocido para la mayor parte de los Masones, y es mejor para ellos, ya que de otro modo eso podría poner en sus “manos” un conocimiento prematuro de ciertos poderes para los cuales no están listos ni son dignos, desde el punto de vista de las exigencias espirituales del verdadero estatus de iniciado.

Comprensiones y revelaciones espirituales progresivas son guardadas por el estado espiritual genuino del alma.  El Sello de los Misterios sella los labios del verdadero iniciado para que no revele nada que no debería ser revelado a aquellos que no están en el mismo grado o estado espiritual, por que tal conocimiento no es personal, sino un conocimiento impersonal con el cual uno es privilegiado (pero que se lo ha ganado), perteneciendo a una participación real en la Vida de la Deidad, siendo todas las cosas relativas, por su puesto.  Tales clases de conocimientos son extremamente poderosas, y están muy lejos del alcance de la vista del hombre ordinario e incluso del inteligente.

Signos

Esta revelación de la maravilla y belleza que están detrás de las formas simbólicas de la Masonería es también indicada con Signos.  Cada grado en la Masonería tiene su propio Signo particular, el cual tampoco es arbitrario, y es por lo tanto otro de los “modos de reconocimiento” que simboliza el “estatus espiritual” perteneciente al nivel del iniciado.

Estos “modos adecuados de reconocimiento” que indican “estado espiritual” son simbólicos, y aun en los Templos Jerárquicos de Luz donde la realidad misma existe, nada “personal” se significa con el término “estado”, ya que la Fraternidad de Luz funciona en colaboración total, con unidad en diversidad, i.e., con unidad de propósito en una diversidad de modos de ser, cada quien cumpliendo su parte dentro del todo.

Esta revelación es también indicada con Signos.  Cada grado en la Masonería tiene su propio modo particular de reconocimiento, también con un Signo (i.e., de un Masón con otro, simbolizando una Alma con otra como Constructores del hombre interno o yo dentro del Templo de Luz.  Cada “signo” está relacionado y es ilustrativo de las llamadas “penalidades” del juramento particular de cada Grado.  El Juramento, en realidad, no debería tener nada que ver con alguna lealtad a una institución o forma externa o personalidad, sino que más debería ser como una forma de promesa a su propia alma, al servicio del Plan y al servicio de la Gran Logia en el Alto, la Jerarquía Espiritual Que guía el destino espiritual de los hombres, y Que es, de hecho, el verdadero gobierno de la planeta.  No obstante, mucho sin sentido ha sido hecho sobre las “llamadas” penalidades sin verdadero conocimiento del simbolismo involucrado.  Las “penalidades” de la Masonería no tienen que ser vistas como una interpretación normal del término “penalidad como castigo”, sino que alude a algo mas profundo.  Si uno obedece a su Juramento (o Promesa), y aquí se refiere a un Juramento espiritual o Promesa a su propia alma, entonces inevitablemente aparecería un surgimiento espiritual de las condiciones aprisionantes de la personalidad.  Las “penalidades” de la Masonería  son por lo tanto simbólicas del éxito que el alma ha logrado secuencialmente del control sobre su instrumento, la personalidad, y de grado a grado.  Todas las penalidades son indicativas de y relacionadas con las diferentes partes del cuerpo.  Pero este “cuerpo” al que aludimos es la anatomía sutil y oculta del hombre, la constitución esotérica.  Todas las penalidades son indicativas de algo que ocurre en los varios centros esotéricos, llamados en la enseñanza oriental, chakras, y este “algo” se refiere a los procesos transformadores que son sometidos en el centro, y a un despertar del centro particular indicado.  Al fin de producir este despertar, existe una lucha inevitable dentro del hombre personal, la personalidad, ya que el ego personal egoísta  se rebela contra la “imposición del alma”, y así, para la personalidad, la penalidad puede llevar implicaciones de consecuencias terribles y temibles; pero para el ser interno, el Alma dentro la forma, las “penalidades” son indicativas de liberaciones de energía y de una liberación de esas condiciones aprisionantes que,  durante eternidades, han ligado el Alma a la forma.

Entonces, la indicación con signo, como un modo de reconocimiento, es (en un nivel) simbólico de aludir al estado interno y espiritual del alma por virtud de la condición de las centros despertados.  Esto último es, por supuesto, auto-evidente para el profeta iluminado, pero el simbolismo de la revelación, y como esto pertenece a los Misterios Antiguos, es preservado.

Palabras

Esta revelación de belleza y poder espiritual es manifestada por Palabras.  Este es uno de los elementos más ocultos de los Misterios, porque no hay un sentido mayor de que nuestras vidas son condicionadas por medio de la palabra hablada. El discurso indica pensamiento. Él, por lo tanto, entonces revela los contenidos y cualidades del ser interno.  Cuando uno habla,  uno moviliza inevitablemente fuerzas por  medio de la vibración de la palabra hablada.  Este movimiento vibratorio de cual el sonido es la causa, tiene un impacto particular sobre los éteres circundantes, y particularmente sobre el éter resonante, el akasha.  El sonido entonces moviliza sincrónicamente las vidas atómicas y hace que se adhieran y formen figuras geométricas sutiles que vibran con una nota, al tono y cualidad.  Dependiendo de la “forma-sonido”, tales formas pueden ser usadas como entidades por los habitantes de los mundos interiores y sujetivos.

Cuando existe una alineación estable y verdadera entre alma-mente-cerebro, entonces es imposible que no haya una expresión de eso que es bello, alentador y de la sabiduría entregada por medio de la energía de amor (ya que alma es esencialmente luz y potencialmente amor).  Esta creación interna (ampliamente inconsciente) de formas sutiles, sin embargo, momentáneamente, puede revelar expresiones internas de belleza por medio de las cuales luz, amor y resplandor pueden ser expresados para el beneficio general de otros.  La expresión de amor es una energía que da y libera.

La enseñanza esotérica, o Sabiduría Eterna, está llena de alusiones acerca del poder de la Palabra, del Sonido y del Habla. De hecho, todas las escrituras sagradas principales del mundo aluden al mundo como habiendo sido formado por el poder del sonido.  “Dios hablo, y los mundos fueron creados…etc.”.  Cuando hablamos, movilizamos átomos vibratoriamente y esos átomos son atraídos a cada uno por virtud de su cualidad sincronística y así crean “formas-sonidos”.  Voluntad, Sonido, Luz y Vida, son todos términos sinónimos, esotéricamente comprendidos.  En efecto, nosotros estamos todos encarnados por virtud  de la Palabra “hablada” por nuestra alma, y justo como la Palabra es continuamente emitida por el alma internamente, permanecemos encarnados.  Cuando el alma deja de emitir esa Palabra, entonces esa encarnación particular se extingue y “morimos” a la vida de la forma, el alma reúne en ella misma las virtudes y cualidades ganadas durante esa encarnación particular para esperar la próxima y hace un esfuerzo para hacer un progreso más lejano espiritual al emitir la Palabra desde el Alma.

En efecto, no hay un detrimento kármico mayor para cada uno, que a través de nuestro uso del poder del habla.  Eso es único en el reino humano y es una expresión directa del alma individualizada trabajando a través de la mente.  Literalmente creamos nuestro mundo (y las consecuencias de nuestras vidas personales) a través nuestro uso del habla, para bien o mal.

Las Palabras simbolizadas en la Masonería, sin embargo, aluden a palabras de poder las cuales son reveladas al verdadero iniciado en cada iniciación y las cuales le dan la capacidad de manejar fuerzas y energías por medio del poder de la Palabra y también el conocimiento de cómo controlar debidamente las energías y existencias que habitan los varios y sucesivos planos de la existencia.  Este factor particular después de todo comienza de ser un poco más técnico y esotérico, y es suficiente decir, que todo este conocimiento perteneciente al sonido y la luz es guardado muy cuidadosamente en los niveles más altos del plano mental, el lugar donde mora el alma, y así a menos que uno tenga la capacitad de funcionar en el nivel mismo, entonces el conocimiento mismo permanece a salvo ‘inaccesible’. Porque tal conocimiento conlleva los misterios de la creación y de la manifestación.

De nuevo, es posible decir que las Palabras en vigor como son usadas en la Masonería en cada grado no son arbitrariamente seleccionadas, y tienen de algún modo una acepción más profunda así como una fonética que vibra para despertar las actividades de ciertos centros etericos dentro la constitución del hombre que es más sutil, y por lo tanto más substancial y principal.

Sin embargo, el tiempo está casi sobre nosotros cuando las nuevas Palabras de Poder Masónicas serán reveladas e instituidas, pero solamente cuando primero haya existido una elevación de consciencia en aquellos que trabajan en y a través de este medio de verdad e igualmente una aplicación de tales personas a la práctica ardua de las disciplinas espirituales.

Así, tal vez pueda ser apreciado que los llamados secretos de la Masonería son solamente formas de secretismo que velan el misterio de la revelación que está situado detrás la forma del símbolo, aun a los ojos o a la comprensión consciente de quizás la mayoría de los mismos Masones.  El sin sentido circundante a los “secretos” Masónicos ha sido muy exagerado y groseramente falsificado por muchos Masones que aún no comprenden el significado de sus “secretos”, y así esta época de trabajo bajo el espejismo del secretismo debe terminar y los Masones harían bien de poner su atención – con toda la debida humildad – al esfuerzo de comprender el significado espiritual más profundo y esotérico de su arte y ciencia.

Sin embargo, la preservación de las formas de secretismo, por todas las razones presentadas aquí, reitera otra vez el lugar que la Masonería tiene – como heredera de un linaje irrompible de las Escuelas de los Misterios y de los Antiguos Misterios.